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Foto del escritorFranklin Vega

¿Quién se beneficia de la Energía subsidiada en Galápagos?

En las islas, en el 2021, se quemaron 12 millones de galones de diésel y el 70% se utilizó en los barcos de turismo y en la generación de energía eléctrica utilizada mayoritariamente en el sector comercial. La energía renovable representa apenas el 8% del total en el archipiélago. La promesa de "Galápagos sin combustibles fósiles" no se cumple desde el 2001; las actividades turísticas marcan la pauta del consumo.

Los taxis acuáticos en Puerto Ayora, isla Santa Cruz Galápagos, utilizan motores fuera de borda a gasolina. Foto: Franklin Vega


En la mitad de julio del 2022 los propietarios de lanchas y botes de turismo anunciaron una paralización del transporte entre las islas de Galápagos. Ellos reclamaban por el alto costo de los combustibles. Este transporte se realiza en lanchas con motores fuera de borda y son solo uno de los eslabones de la cadena del turismo, que es la principal actividad económica en el archipiélago.


El turismo es el responsable del 86 por ciento del consumo de combustibles fósiles en Galápagos, que a su vez, es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).


En 2019 según informes de Petroecuador (la empresa estatal encargada de los combustibles en Ecuador), en las islas se usó un total de 12 millones de galones de diésel y 4 millones de galones de gasolina. Y, a pesar de que desde el 2001 el Gobierno del Ecuador anunció una estrategia para eliminar el uso de combustibles fósiles, apenas el 9,1 por ciento de la electricidad que se emplea es de fuentes renovables de acuerdo con la Empresa Eléctrica de Galápagos.


A continuación, el detalle de la evolución de los combustibles fósiles y los esfuerzos para racionalizar su uso.


La mancha del bunker del tanquero Jéssica aún flota en la memoria de los isleños

“Entonces llegó el Jessica en silencio, un martes 16 de enero. La noche estaba oscura, San Cristóbal dormía y ese buque se volteó y ¡nos regó su porquería!” dice la canción En la lobería de Hugo Idrovo que retrata el hundimiento y contaminación causada por el barco tanquero Jessica en 2001.

A la derecha, la imagen de la cuenta de Twitter del Parque Nacional Galápagos que recuerda el desastre ambiental del tanquero Jessica.


El desastre ambiental que causó el tanquero Jéssica al derramar 160 mil galones de diésel y 80 mil de bunker (un combustible pesado como brea), aún está en la memoria de los isleños. El esfuerzo que implicó su limpieza fue recordado el pasado 4 de julio, durante la celebración del aniversario del Parque Nacional Galápagos (PNG), como uno de los mayores retos que han enfrentado sus habitantes. En el 2001, la ayuda internacional llegó con múltiples promesas e iniciativas para frenar el uso de combustibles fósiles.


Withman Cox, residente de San Cristóbal, rememora la tragedia con pesar. “Hubo incidentes previos con el mismo capitán del Jéssica. Sin embargo, la tragedia sirvió para que los barcos de turismo ya no usen bunker si no diésel”.


La catástrofe del Jessica no ha sido el único derrame en las islas. Durante este 2022, cuatro barcos de turismo han naufragado en las aguas de la Reserva Marina y según los reportes del PNG, la contaminación por el derrame de combustibles ha sido mínima.


¿Cuál es la conexión del derrame del buque tanquero Jéssica con los últimos eventos de contaminación en el mar de las islas? La primera es que la carga del Jéssica estaba destinada para abastecer la generación eléctrica en las islas y al crucero de turismo Galápagos Explorer. En la actualidad, el crucero ya no navega en las aguas del Archipiélago, pero, el sector turístico es el mayor consumidor de diésel en la región insular del Ecuador.


Foto del tanquero Jessica en Puerto Baquerizo Moreno en enero de 2001. Foto: Parque Nacional Galápagos


En 2019 se consumieron en Galápagos 12’381.573 galones de diésel según los datos de Empresa Pública (EP Petroecuador). Esto equivale a 1.500 tanqueros, esos que miden 18 metros de largo y llevan 8.200 galones. Si se ordenarán uno detrás de otro, cubrirían 27 veces la distancia entre Guayaquil y Puerto Baquerizo Moreno, en la isla San Cristóbal.


Esa cantidad de diésel usada en Galápagos, es el 60 por ciento de lo que consumen los 1.426 buses de Quito en un año, puntualiza Alexis Ortiz, catedrático e investigador del Transporte.


“En Galápagos se consume la cantidad diésel necesaria para llevar a 256,8 millones de personas en un bus urbano en un año”. Alexis Ortiz, catedrático e investigador del Transporte

Saber en qué se usa el diésel que se “importa” desde el Ecuador continental a las islas no es una tarea fácil y depende a quién se le pregunte o qué estudios se consulten. Una aproximación es el estudio de Héctor Apolo, docente de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) y publicado en el 2019. En el documento se evidencia que el 65 por ciento de los combustibles fósiles que llega a la isla Santa Cruz se utiliza para el transporte marítimo, es decir el que utilizan las embarcaciones de turismo desde los cruceros hasta los taxis acuáticos. El estudio se llama Santa Cruz, Galápagos Electricity sector towards a zero fossil fuel island. El resto se divide para la generación de electricidad y para el transporte terrestre.



En el informe del Fondo Verde para el Clima, proyecto Galápagos del 2022 (que detallaremos más adelante), se indica que el consumo de diésel en el archipiélago se reparte de esta forma:



El mar se enfermó, ¡qué precio, señor! para que el hombre se espante una vez más por su codicia y su falsedad, por su arrogancia y su mediocridad” la canción de Hugo Idrovo.

Oficinas y generadores a diésel de la empresa Eléctrica Provincial de Galápagos (ELECGALAPAGOS S.A.) Foto: Franklin Vega


En números redondos, según el Fondo Verde del Clima -una entidad creada en 2011 como el mecanismo financiero de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático- en Galápagos se consumen cinco millones de galones de diésel por año para el transporte turístico. A este valor se deben añadir el utilizado para la generación de electricidad.


El transporte entre las islas y taxis utilizan gasolina

Taxis de agua en la isla Santa Cruz, Galápagos. Foto: Franklin Vega


Para conocer el aporte total de las emisiones vinculadas al sector turístico de Galápagos hay que considerar que además del diésel, se usa gasolina para mover las lanchas o botes pequeños con motores fuera de borda y son las encargadas del transporte entre las islas.


De acuerdo con los datos del Petroecuador EP, en 2019 se consumieron cuatro millones de galones de gasolina. Este combustible también se utiliza para mover los vehículos terrestres ligeros como automóviles, motocicletas que circulan en las islas.


En las islas hay, de acuerdo con el Consejo de Gobierno de Galápagos, 4.536 vehículos terrestres, de los cuales la mitad no contaba con autorizaciones de ingreso. En términos generales, en Galápagos se gastó en subsidios 53 millones de dólares en el 2019, según el Plan Galápagos 2030.


El 92% de la electricidad proviene de la combustión de diésel en las islas

De acuerdo con los informes de la Empresa Eléctrica Provincial de Galápagos (ELECGALAPAGOS S.A.), en enero de 2022, un 91,5 por ciento de la energía proviene de la generación con diésel y un 3,5 de generadores eólicos, 4,9 fotovoltaicos y 0,1 de biocombustibles.


Este es “mix energético” de las Galápagos:


Que el 92 por ciento de la electricidad que se consume en las islas provenga de la combustión de diésel es un resultado pobre , mínimo, para todo lo anunciado por los Gobiernos de turno del Ecuador luego del desastre del Jessica. Ese desastre marcó el inicio del cambio en la provisión de combustibles a las islas.


En ese año, el entonces presidente Gustavo Noboa exigió un informe detallado de las causas y el sector ambientalista empezó a plantear la necesidad de eliminar los combustibles fósiles en Galápagos. Para agosto de 2001, la entonces presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) anunció que “la identificación de métodos para reducir el impacto del uso de energías fósiles en las islas se ha convertido en una prioridad para la conservación”.


Desde esa fecha, hubo variaciones en la forma de abastecer de hidrocarburos a Galápagos. La terminal de combustibles de la isla Baltra fue reacondicionada en 2009; el transporte de combustibles se reguló mejor y la ruta de los buques tanqueros como el Isla Puná para la transferencia de hidrocarburos desde la terminal petrolera de La Libertad (en la Costa del Ecuador continental) hasta Galápagos está normalizado.


El barco tanquero Isla Puná ya cuenta con una licencia ambiental; esto parece un detalle menor, pero hasta 2016 este buque no contaba con el Estudio de Impacto Ambiental ni el Plan de Manejo Ambiental.

La gabarra Orca se encarga del traslado del combustible entre las islas. De esta forma, se evita que un barco grande lleve los hidrocarburos y se facilita el ingreso a los puertos: Foto: Franklin Vega


El consumo de gasolina y diésel de las islas ha ido incrementándose junto con el número de visitantes y no ha logrado sustituirse con fuentes renovables, verdes o limpias. En 2012 el Gobierno presentó el programa “Cero combustibles fósiles en las Islas Galápagos”. El propósito era reemplazar en 2020 la tradicional generación de energía eléctrica,el uso del diésel y de otros derivados fósiles por biocombustibles.


Fruto de ese proceso es la generación de electricidad en Floreana (en el 2014) con aceite vegetal extraído del piñón (Jatropha curcas) y el desarrollo de algunas iniciativas de energía renovable como la instalación de proyectos fotovoltaicos, generadores eólicos, pero los resultados son mínimos.


En este gráfico de ELECGALAPAGOS se aprecian las fuentes de generación de electricidad en las islas.

Fuente Rendición de Cuentas ELECGALAPAGOS S.A 2021


Para 2018, se replanteó nuevamente el proceso de librar a las Galápagos de combustibles fósiles. En ese año el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables anunciaba que en el marco de la Iniciativa Cero Combustibles Fósiles en Galápagos que impulsa a través de ELECGALAPAGOS, se han invertido 55 millones de dólares y alcanzó una generación de energías renovables del 16%, es decir cerca del doble de la actual generación.


En el 2020, el anterior presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos Norman Wray lanzó la construcción del “Plan de Acción para la Transición Energética Sostenible del Archipiélago de las Islas Galápagos, período 2020-2040” junto con la Fundación Bariloche y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).


De acuerdo con ELECGALAPAGOS la disminución de la generación de fuentes renovables obedece a daños en los sistemas de generación alternativos. Por ejemplo las turbinas eólicas instaladas en la isla Baltra. Los tres "molinos de viento" que se divisan junto al Aeropuerto Ecológico de la isla están inoperativas desde hace dos años. La causa es una falla electrónica que se espera subsanar hasta diciembre del 2022. Según las proyecciones de ELECGALAPAGOS hasta el mismo mes alcanzarán una generación renovable del 14%.


Las tres turbinas elólicas en la isla Baltra están paralizadas por un daño en la tarjeta de control. ELECGALAPAGOS espera ponerlas operativas hasta diciembre 2022. Foto: Franklin Vega


A pesar de las limitaciones, solo con el aporte del 8% de energías solar y eólica en las islas han ahorrado el consumo de 363.429 galones de diésel y sea evitó la emisión de 3.688 toneladas de dióxido de carbono, entre otros gases.


No despiertes con amnesia. ¡Que no te duerma la anestesia! Sufre esa loba en su agonía, allá en La Lobería”, Hugo Idrovo


Racionalizar el consumo en los hogares y restaurantes

Un detalle que pasa casi desapercibido en el gráfico anterior es la población de Galápagos y según los registros de ELECGALAPAGOS hasta 2021 las islas tienen 35.000 habitantes y de esos, 13.634 son clientes a quienes se les factura la energía o tienen medidor. Este no es un dato menor y aporta para dimensionar el consumo de energía. Además de los residentes locales, se debe considerar el consumo o derroche de energía que se realiza en los hoteles.


Según datos de 2019 del Ministerio de Turismo, en Galápagos están registrados 310 establecimientos de alojamiento (desde casas de huéspedes hasta hoteles de lujo) con 3.323 habitaciones y 7.706 camas. De acuerdo con el citado ministerio, dadas las cifras presentadas , el ritmo de visitantes se recupera este 2022.



¿Por qué es necesario considerar a los turistas? Porque ellos también consumen energía eléctrica y son responsables de por lo menos el 80% de la energía que se utiliza en el sector comercial. Quienes navegan u optan por el tour navegable, la electricidad proviene de los generadores de los barcos, que ya se enumeró: cinco millones de galones de diésel por año.


Mientras que quienes optan por el turismo de base local se hospedan en hoteles y casas de huéspedes del archipiélago. Un artículo que resume el desperdicio de energía en las islas fue publicado por Bitácora y está disponible aquí en este enlace.


En resumen, los turistas en especial los norteamericanos usan el aire acondicionado con una temperatura muy baja, al punto de solicitar cobijas en las noches. Y esto no ha cambiado; se ha intensificado. Un hotel pequeño en Isabela se construyó con techos altos, ventilación natural y con materiales que aíslan el calor; sin embargo, los operadores de turismo exigen que las habitaciones dispongan aire acondicionado para seguir remitiendo turistas.



El sector del turismo a más de los 5 millones de galones de diésel que se utilizan en los barcos se debe sumar el diésel adicional que corresponden a los utilizados por el 80 % de los clientes comerciales registrados en ELECGALAPAGOS, siempre y cuando todos los establecimientos se contabilicen como tales y no como hogares que suma un millón adicional.


En resumen, el sector turístico ocupa la mitad del diésel que se importa a las islas tanto para mover sus barcos de turismo como en la generación de electricidad es decir seis millones de galones de diésel por año.



Una propuesta para optimizar el consumo de electricidad en edificios

Un ejemplo de las construcciones en las islas con materiales que no aíslan ni el calor ni el frío. Foto: Franklin Vega


El consumo de hidrocarburos en el sector turístico está ligado al tipo de visitantes que llegan a las islas. Este aspecto tiene varias aristas, la primera es la promoción como destino de sol y playa de Galápagos hace que quienes arriben a Las Encantadas no estén precisamente interesados en la conservación. Si quiere conocer la evolución del turismo en las islas en este enlace está un análisis.


La segunda arista es la planificación urbana y la nula aplicación de normas de construcción. Y este no es un mal presente en todo el Ecuador, pero basta hacer un recorrido por el barrio el barranco en Puerto Ayora (isla Santa Cruz) o por la periferia de Puerto Villamil, en la isla Isabela, para notar la carencia absoluta de control.


Pero las Galápagos son las islas de la esperanza infinita y hay proyectos que buscan establecer un plan para cambiar este uso excesivo de electricidad en aire acondicionado.


Desde 218 está en marcha el proyecto Living Lab para Edificación Sostenible para estudiar cómo racionalizar el consumo de energía en las construcciones e “impulsar la construcción sostenible”; y, cuyo Comité Consultivo se constituyó el 5 de julio pasado. En el diagnóstico realizado por la Fundación Bariloche se indica que “en el sector residencial, son pocas las viviendas con equipos de climatización; en el caso de los equipos existentes, el consumo producido es elevado. Sobre el sector comercial, el consumo de energía eléctrica en aires acondicionados representa el 40% de la energía final en Santa Cruz y hasta el 72% del del consumo total de la energía en San Cristóbal”.


Ante esta situación de despilfarro energético ¿no será mejor optimizar el consumo antes de seguir invirtiendo en nuevos proyectos? Esta pregunta ha sido planteada al ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, pero hasta ahora no tenemos una respuesta.


“La ansiedad por el billete, la ignorancia por membrete. No hay perdón pa esos rateros, vergüenza de marineros. Sufre esa loba en su agonía, allá en La Lobería”, Hugo Idrovo


¿Qué hacen las empresas de turismo para mitigar las emisiones?

A pesar de solicitar información en la Cámara de Turismo de Galápagos (Capturgal) y en la Asociación Internacional de Tour Operadores de Galápagos (IGTOA), no tuvimos respuesta.


Solamente la Asociación de Operadores de barcos de turismo pequeños, medianos y grandes de Galápagos (ADATUR) contestó sobre los consumos de diésel en sus embarcaciones y señalaron que cada operador tiene diferentes actividades para optimizar el consumo de combustibles.


Un tema que llama la atención es que, entre los costos de las operaciones de los barcos de turismo, el uso de diésel implica el hasta el 30%. Al contactar con varios operadores, no se obtuvo una respuesta.

Taxi acuático y una lancha de cabotaje en Puerto Ayora, isla Santa Cruz Galápagos. Foto: Franklin Vega


117 millones del Fondo Verde para el Cima y más desperdicio de energía


En junio del 2019 se aprobó la formulación de la Propuesta de Financiamiento del Programa "Galápagos compatible con el clima". Foto: WWF


El 18 de mayo del 2022 el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica del Ecuador anunció que la Junta Directiva del Fondo Verde para el Clima (FVC) aprobó el financiamiento de USD 117,6 millones para el programa “de acciones innovadoras contra los efectos del cambio climático”, iniciativa que se implementará en los próximos cinco años.


Uno de los aportes enunciados de este nuevo proyecto es que “permitirá reducir aproximadamente 600 mil toneladas de CO2 proveniente del sector energético por los próximos 25 años”, con un proyecto de generación de electricidad mediante paneles solares y un sistema de almacenamiento de energía mediante baterías.


Este es el proyecto Conolophus que fue adjudicado al consorcio E-QUATOR ENERGY S.A. conformado por las empresas Gran Solar de Ecuador y Total Eren de Francia y que recibirá como un crédito parte de los 117 millones de dólares anunciados.


El objetivo del proyecto es "aportar en el cambio de la matriz energética del archipiélago". Palabras más, palabras menos el mismo anuncio que en el 2001, 2013, 2018 y ahora 2022. Las diferencias con los otros anuncios son que esta vez será implementado por el Banco de Desarrollo de América Latina - CAF y ejecutado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el WWF, bajo “la coordinación y liderazgo del MAATE y el Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos (CGREG)”.


Al respecto solicitamos una entrevista con Katerine Llerena, ministra del CGREG y hasta la fecha no hemos obtenido una respuesta. Lo que sí hemos logrado definir son las líneas de las inversiones se realizarán y se ampliarán en una próxima entrega.


Por ejemplo, se destinarán 15 millones de dólares para el financiamiento de actividades productivas sostenibles, lo cual en según el MAATE facilitará la creación de 250 “empleos verdes en los sectores energía, agricultura, pesca y turismo”, también indican que generarán trabajo directo para “más de 4872 personas y beneficiando con sistemas de agua a más de 1.704 personas”. Pero en Galápagos viven 35.000 personas y las visitan cerca de 300.000 turistas por año.


La próxima entrega: La historia del proyecto Conolophus.


¿Y qué me dices del pueblo, que anda tan indiferente? Justicia y educación pido yo para mi gente Sufre esa loba en su agonía, allá en La Lobería. Hugo Idrovo, canción En la Lobería
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