La desbandada en Ministerio del Ambiente y Agua se gestó en junio del 2020
La salida y de los Viceministros de Ambiente y Agua solamente desnudó la falta de una línea de gestión en el Ministerio del Ambiente fusionado con la Senagua. Hoy, 11 de marzo, las noticias sobre la renuncia del ministro Proaño aparecen en redes, mientras tanto los trámites siguen represados por miles.
En septiembre desvincularon a la fuerza a 398 funcionarios, entre técnicos, asistentes, analistas financieros… Lo curioso del proceso es que no se consultó con los funcionarios ni se dio prioridad a quienes deseaban salir por motivos personales, el ejercicio de recorte se hizo desde el escritorio en Quito. La presión del Ministerio de Finanzas y el aval del Ministerio de Trabajo fue suficiente argumento.
Las tijeras fueron los grados de afinidad política y los contactos con las autoridades nuevas. Allí los Gobernadores pasaron su lista de pedidos y sin más les llegaron las notificaciones. No importó, por ejemplo, que en provincias amazónicas donde se requiere personal especializado se desvinculen a los técnicos más especializados como técnicos forestales o abogados y con la mayor experiencia. Técnicos que saben de las especies forestales, los procesos y además conocen bien el territorio.
Este es el resultado de la fusión anunciada e improvisada entre el Ministerio del Ambiente y la Senagua. Al punto que van tres reformas al Estatuto del MAAE que repercute en temas prácticos: los funcionarios de las áreas protegidas tienen dos jefes las Direcciones Zonales y la Dirección Nacional de Biodiversidad. No es casual las contraordenes y las contradicciones tanto para movilizaciones u operativos.
En medio de esto por un lado, los funcionarios del MAAE en Quito, deben viajar hasta Esmeraldas para realizar sus trámites como firmar contratos o cualquier acto que sea presencial. En el otro externo están los usuarios que no saben para cuando saldrán sus trámites. En Pichincha se desvinculó a cinco técnicos de 18 y así en el resto de provincias.
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