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Foto del escritorFranklin Vega

Impunidad para pepineros ilegales en Galápagos, sí otra vez

Los dos detenidos por un campamento ilegal de pepinos de mar en la isla Isabela, el 15 de junio, están libres. Ni la Fiscalía ni el Parque Nacional Galápagos (PNG) impulsaron la acusación para lograr una sanción. Un funcionario del PNG anunció cambios en el departamento jurídico del Parque para evitar se repita. La temporada de pepinos del 2024 aún es incierta.


Las evidencias del campamento de procesamiento ilegal de pepinos de mar y la fibra de pesca Farry. Foto: Armada del Ecuador.


Para algunos políticos locales del archipiélago la acusación de pepinero o pepinera desata la ira de los implicados/as desde 1994. Existen hasta registros en video de las discusiones en la Asamblea Nacional por ese tema; sin embargo, lo que se ha mantenido hasta el 2024, es la impunidad ante la pesca ilegal de los pepinos de mar (Isotichupus fuscus) una especie marina emparentada con las estrellas de mar y que cumple funciones similares a las lombrices en la tierra (salvando las distancias y las precisiones científicas).


Los pepinos son apetecidos en el mercado asiático, en especial de China, donde se lo considera un manjar. Esta demanda de China, al igual que la de las aletas de tiburones, impulsa la pesca ilegal en las islas. El 15 de junio del 2024, se evidenció en la isla Isabela, cómo esta práctica que burla la Ley aprovechando lo complejo que representa controlar la línea costera de las islas se mantiene.


Efectivos de la Armada del Ecuador, Parque Nacional Galápagos (PNG) y de la Policía Nacional capturaron a dos ciudadanos en un campamento ilegal de pepinos de mar en el cual decomisaron 725 pepinos de mar y varias langostas, las dos especies estaban en veda. Un tercer implicado logró huir entre los manglares y no fue encontrado, tampoco sus compañeros lo delataron.



Las evidencias del campamento ilegal de procesamiento de pepinos de mar. Foto: Parque Nacional Galápagos.


El 15 de junio, la Fiscalía de Galápagos anunció que los dos aprehendidos estaban con prisión preventiva 𝐩𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐚 𝐲 𝐟𝐚𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐢𝐥𝐯𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐬. No obstante, cuando se inició la Instrucción Fiscal, se calificó la flagrancia y se formularon cargos. Pero dentro del proceso, el abogado del PNG no realizó ningún impulso ni presentó ningún escrito al igual que la Fiscal. Los abogados que debían actuar presentaron pruebas de manera extemporánea y el Juez no calificó el escrito y luego dictaminó la inocencia a los dos detenidos. Esto consta en el proceso Nro 20333202400063.


Para un funcionario del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, que pidió la reserva de su nombre, en este caso existe responsabilidad compartida entre la Fiscalía y el PNG. “Al ser un delito de acción pública le corresponde su titularidad a la Fiscalía es decir, es el encargado de promover la acción como parte procesal. Al ser procedimiento directo le correspondía a la Fiscal anunciar su prueba hasta tres días antes de la audiencia de juicio lo que en el presente caso no ocurrió. La Fiscal remitió vía whatsapp el escrito al secretario del juzgado para que este lo imprima y agregue al proceso y no mediante ventanilla de gestión judicial; por lo que, se excluyó en la totalidad la prueba anunciada tardíamente por la Fiscal. Por lo que, el juez sin tener elementos de convicción ratificó el estado de inocencia de los procesados”.


Los pepinos de mar decomisados en el campamento de la isla Isabela. Foto: Armada del Ecuador.


Empero, al PNG como víctima debía presentar la acusación particular para apoyar a la Fiscalía a lograr la sentencia condenatoria. Pero esto no sucedió, el PNG no fue parte del proceso, como consecuencia, se hicieron cambios en el área jurídica del Parque y se nombró un nuevo Director.


Lo que está claro es que en las islas se libra una batalla desigual por la protección de las especies silvestres, que en algunos casos parece perdida, en especial si se convierten en recursos pesqueros como los pepinos de mar.


A inicio de los 2000s, se desató una fiebre de pepinos similar a la del oro en el oeste de Estados Unidos. Galápagos fue la segunda escala de una historia de depredación que empezó cerca de 1994 en el Parque Nacional Machalilla y la isla de la Plata, donde se agotaron comercialmente los pepinos de mar.


La demanda impulsada por los comerciantes chinos facilitó la depredación. Una vez agotada la costa continental, pusieron financiamiento y las islas Galápagos fue su nuevo territorio de recolección y con este fin llevaron algunos pescadores de la isla de Salango a las islas Galápagos.


La temporada de pepinos 2024  aún es incierta

En el 2023, se autorizó la pesca de pepinos de mar con un cupo de 600.000 unidades. Una cifra que representa solo una fracción de lo que se pescaba al inicio del siglo pasado. Para el 2024, aún no existe la confirmación oficial de la no aprertura de la pesca.


En esta nota de junio 2021, recopilamos algunos cuestionamientos a la forma en que se aprueban el cupo de la pesquería. En el 2020, se publicó el estudio “Overexploitation and More Than a Decade of Failed Management Leads to No Recovery of the Galápagos Sea Cucumber Fishery”, La sobreexplotación y más de una década de gestión fallida no llevan a la recuperación de la pesquería de pepino de mar de Galápagos. Los autores Ramírez-González Jorge, Moity Nicolas, Andrade-Vera Solange, Reyes Harry concluyen que: "las medidas de manejo no han evitado la sobreexplotación de pepinos de mar desde hace más de una década. La recuperación de la pesquería en un escenario no pesquero, no se cumplirá para el 2030".


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