250 kilogramos de basura marina: desechos plásticos, redes, cuerdas de pesca y boyas se recolectaron en los acantilados de la Isla de La Plata. Se repararon senderos y dos puentes con el aporte de guías, voluntarios y operadores turísticos del Parque Nacional Machalilla.

Uno de los botes que realizan tours a la Isla de La Plata cargó con toda la basura recolectada; literalmente hasta el techo. Foto: archivo particular
Desde el Parque Nacional Machalilla no solo salen malas noticias. Da gusto escribir sobre dos eventos en la isla de La Plata: el primero fue la reparación de los senderos y puentes de madera y el segundo fue una limpieza de los acantilados.
Bitácora Ambiental recorrió uno de los tres senderos de uno de los principales atractivos turísticos del Parque Nacional Machalilla: la isla de La Plata. Allí se distinguen los pasamanos de madera nuevos y los escalones recién colocados. También hay dos puentes reparados y se adecuó el área donde se reciben a los visitantes.
Los senderos de La Isla de La Plata se reemplazaron los pasamanos con la colaboración de guías, operadores de turismo y voluntarios. También se adecuó el área para recibir a los turistas. Foto: archivo particular
El contraste es evidente en el área protegida. Mientras algunas personas y funcionarios públicos intentan debilitar la gestión del Parque Nacional Machalilla e incluso invadir y lotizar el territorio protegido, en otros lugares la comunidad se organiza para restaurar y proteger los sitios de visita.
La reparación de los senderos se realizó el 18 y 19 de octubre, mientras que la minga de limpieza de los acantilados fue el pasado 6 de noviembre. Estas actividades se coordinaron con el Parque Nacional Machalilla (PNM) y participaron guías, operadores turísticos y voluntarios de Puerto López. Para el caso de los senderos, también contó con el aporte de tres guardaparques del PNM.

La recolección de basura marina se realizó con la participación de guías, operadores de turismo y voluntarios. Foto: archivo particular
La limpieza de la basura marina que se acumula en los acantilados de la isla de La Plata fue una tarea dura y requirió un trabajo conjunto y esfuerzo de los participantes. Descender y luego escalar de regreso con los bultos de basura fue una tarea dura, pero necesaria para recolectar 250 kilogramos de basura marina compuesta en su mayoría por plásticos y restos de artes de pesca como redes, cuerdas y boyas.

Uno de los guías de La Isla de La Plata carga uno de los bultos con basura marina recolectada en los acantilados. Foto: archivo particular
Esta forma de gestión conjunta es una muestra que se puede cuidar las áreas protegidas si se coordina entre las autoridades y los grupos de usuarios. Este ejemplo de trabajo conjunto debe replicarse en otras áreas protegidas.
Los senderos de La Isla de La Plata se reemplazaron los pasamanos con la colaboración de guías, operadores de turismo y voluntarios. Foto: archivo particular
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