Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, dialogó con Franklin Vega de Bitácora Ambiental sobre la pesca incidental, el comercio de aletas y cuerpos de tiburón; y, la nueva Reserva Marina de Galápagos.
Bruno Leone, archivo particular
Bruno Leone está fuera del país. "Vine a vacunarme", dice al iniciar el diálogo realizado el viernes 16 de abril. De inmediato me asalta una duda: ¿Cómo será la vida del vocero principal de los atuneros del Ecuador? Con tranquilidad y soltura empieza la conversación. Le agradezco por dar tiempo a Bitácora Ambiental y comento la buena fortuna que no hubo heridos en los dos helicópteros de barcos atuneros que se accidentaron en el mar el jueves 15 de abril.
Contesta rápidamente, "es a lo que nos enfrentamos en el mar". De inmediato empieza con su mensaje ya emitido en otros espacios sobre las auditorías a la pesca y ser el sector industrial más controlado. Escucho con atención y repregunto sobre la exportación de aletas y carne de tiburón y se inicia el diálogo sobre la pesca incidental.
Leone responde que no conoce las cifras de las exportaciones de aletas y acentúa que en el país no se otorgan permisos para capturar tiburones. Le envío el enlace a la publicación de Bitácora Ambiental de cómo el Ecuador es el tercer exportador de aletas en el mundo, responde que “analizará con su equipo las cifras y que enviará sus observaciones”.
Detalle de pesca de tiburón que se desembarcan en Manta. Cada lazo indica según el color el barco palangrero
Tres veces le pregunto sobre el impacto ambiental de pescar tiburones, la respuesta de Leone sale de un tirón: “Como gremio condenamos todas las actividades ilícitas, pedimos que se intervenga y se encuentren a los responsables de la exportación fraudulenta de 26 toneladas de aletas de tiburón a Hong Kong, por ejemplo". Sin embargo, recalco, solo ese cargamento de 26 toneladas representa el 90% de las exportaciones declaradas desde el Ecuador en el 2021 ¿No le parece que hay un subregistro de la pesca incidental?
"Habrá que esperar a ver qué pasa el resto del año", dice. La imagen de hombre duro, pero controlado se confirma con cada respuesta; sus palabras son medidas al milímetro. "Ecuador no da permisos para pescar tiburones, la captura incidental en la flota cerquera es el 1,8% y la mayoría es de peces comerciales wahoo, bonitos... En la pesca con palangre la pesca incidental representa el 20%. El volumen de tiburones es casi nada 7.000 toneladas de atún versus 120 ton de tiburones. Además, tenemos protocolos estrictos de qué hacer si cae un tiburón y en lo posible tratamos de liberarlo”.
Para evitar disputas sobre las toneladas, comparto con él las fotos de tiburones cercenados en un puerto de Manta. Su rostro permanece sereno, en tanto, le explico las cifras que demuestran que la mayoría de barcos palangreros descargan tiburones en volúmenes que dan la impresión de ser pesca dirigida y no incidental. Si se revisan las bitácoras de por lo menos 50 barcos palangreros, hay más tiburones capturados que dorado, picudo, pez espada o wahoos.
“No conozco esa parte de Manta, donde dice que se desembarcan tiburones. De lo que he visto, cerca al edificio que nos reunimos son pocos los tiburones que desembarcan. En la Sierra del Ecuador es muy apetecida la carne de tiburón, nosotros en la Costa como estamos más cerca del mar preferimos otros peces, el tiburón se aprovecha y se vende en todo el Ecuador".
Hay algo que no me termina de cuadrar, en el 2020 dos empresas exportaron desde el Ecuador 198 toneladas de carne de tiburón por un valor de 351.000 dólares. "No son empresas de la Cámara", afirma Leone. Señalo que sí y menciono Polarispesca y Transmarina, las cuales tienen barcos palangreros, que envían tiburón tinto (Isuus oxyrinchus) y tiburón aguado (Prionace glauca) a España y Portugal. Le esbozo la cadena de comercialización de uno de ellos que va hasta los mercados españoles. Leone, confirma que sí, que Transmarina tiene barcos palangreros, pero que cumple con la Ley. “Si las exportaciones son legales y cumpliendo los requisitos, no veo cual sea el inconveniente”.
Insisto nuevamente, le digo si por los volúmenes de captura de tiburones, no es pesca incidental sino dirigida, por qué no acatar la moratoria de las aletas y cuerpos de tiburón que se planteó en la Asamblea Nacional, hasta que los ministerios de Ambiente y Producción controlen la pesca. Repite que no está de acuerdo. “Nuestro negocio es pescar atún y la pesca incidental se vende para el consumo local y no solo es tiburón. ¿Qué propone Ud, replica con paciencia y añade, “quiere que se desperdicie esa carne?”
Le indico la fotografía de un tiburón en la cubierta del Malula, un barco cerquero de su flota y pregunto cuál es el procedimiento con la pesca incidental. "¿De cuándo es la fotografía? Mi barco está navegando desde hace 18 días. Sí, el Malula es mío", responde siempre tranquilo. Confirmaré la fecha de la fotografía, respondo. ¿Pero cuál es el procedimiento con la pesca incidental? “Primero tratamos de liberar tiburones, tortugas, rayas. Todo lo que no sea atún los devolvemos al mar. Tenemos varios protocolos y nuestras tripulaciones están entrenadas; saben qué hacer. Cuando ya mueren en las redes, a los tiburones se los trae intactos a puerto para que luego de una inspección por parte de la autoridad, se los comercialicen.
Detalle de la ruta seguida por el barco pesquero Malula; captura de pantalla de Global Fishing Watch y de la embarcación. Fotos Archivo particular.
¿Qué hacer entonces con los barcos palangreros que se acercan a la Reserva Marina de Galápagos y que apagan el sistema satelital de identificación? Disponemos de varios reportes en este sentido. Leone recalca que han pedido a las autoridades que se instalen sistemas de vigilancia en todas las embarcaciones, incluso monitores de pesca electrónicos, que les llama observadores electrónicos. “Estamos trabajando con la WWF para instalar este tipo de cámaras en nuestros barcos, en toda la flota. Son cámaras de video que monitorearán todas las faenas de pesca. Queremos estos dispositivos en todas las embarcaciones desde los pequeños a los industriales”.
Insisto sobre el control a los palangreros, mencionó el caso del Pedalex que fue detenido con sustancias sujetas a fiscalización cerca de Galápagos. ¿No es una práctica frecuente llevar esta carga en este tipo de barcos? “No conozco sobre ese tema. Lo que esté al margen de la Ley, debe ser sancionado sea quien sea. En la flota atunera, previo a cualquier zarpe cumplimos varios procedimientos para salir de puerto limpios, sin contaminación. Contamos con la certificación BASC, que verifica que cumplimos con las normas internacionales y además trabajamos para lograr la ISSF Seafood Sustainability Foundation. Hasta ahora nuestros barcos no han sido contaminados en alta mar y esperamos que eso no suceda. Hacemos todos los esfuerzos evitar estos temas y además acatamos todas las disposiciones aumentamos los controles”.
Cerramos el tema de la pesca incidental y le pregunto por los plantados o dispositivos agregadores de peces, por qué no se los limita. Explica a detalle como desde 1990 Ecuador es un país “Dolphin Safe”. Enfatiza: “los barcos atuneros utilizan plantados en lugar de pescar con delfines; solo dos barcos, de toda la flota cerquera aún pescan con delfines, pero que están controlados. Hace más de 40 años, los plantados eran con palos, ahora hemos avanzado. Junto con la tecnología, se han desarrollado medidas de conservación, tanto en materiales como en tamaño y utilidades. Tenemos 72 días de veda al año, somos la flota que más regulaciones cumple. Nosotros reportamos todo a la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT)”.
Con tanta tecnología, por qué se les pierden los plantados si con las radio boyas los pueden ubicar fácilmente. Estos sofisticados aparatos tienen además de un GPS sondas que proporcionan el tamaño de los cardúmenes que se agrupan bajo los plantados. ¿No es un costo alto perder los USD 4.000 de cada radio boya? “No, cada radio boya cuesta USD 1.000, sin contar con el sistema informático para monitorearlo. Nosotros pescamos hasta el paralelo 150, cerca de Hawái. Cada barco, según su tamaño, tiene un número máximo de radio boyas: los más grandes (clase 6 de 1.200 m3) 450 plantados; los clase 5 llevan 300 plantados y los clase 4, 120. Cuando un plantado se pierde, tenemos un protocolo para recuperar estos plantados, intercambiamos información con otros barcos”.
Fotos mostrando las radio boyas y los plantados encontrados en la última colecta de basura en Galápagos. Fotos. Frente Insular
Entonces por qué pescar cerca de la Reserva Marina de Galápagos y soltar las radio boyas para que las corrientes las arrastren dentro y hacer los lances con los plantados cuando salgan del área protegida? Leone señala que es una práctica poco común el que se pierdan los plantados. Nuestro negocio es pescar atún, de la forma más eficiente y responsable con el ambiente. Replico: en la última limpieza marina en Galápagos se recolectaron 15 y que en las dos primeras semanas de abril fueron dos más, pero que los reportes de plantados y radio boyas son por cientos. Además, muestro un mapa de Global Fishing Watch donde están las rutas de los barcos atuneros. Pregunto ¿Por qué la mayoría de los barcos que pescan en el oriente de la Reserva son los de Servigrup?.
Eso no es ilegal, responde Leone y explica que los barcos atuneros del Ecuador pescan en un área muy amplia. “El que usted ve allí faena en Perú y nos piden llevar marinos peruanos a bordo, por eso hacemos escala allá. Pescamos en un área muy amplia y no solo cerca de Galápagos”. Ya que menciona Galápagos, ¿qué pasó con la propuesta de la Nueva Reserva Marina, se hará en este Gobierno?
Leone responde que no. "No se lograron acuerdos de la forma que estaban planteadas por el grupo de ambientalistas. He conversado varias veces con Roque Sevilla y como sector hemos hablado con Eliécer Cruz y su grupo; sin embargo, no aceptamos esa propuesta. Estamos conscientes que debemos proteger la zona de los albatros que migran a Perú y Chile y el corredor marino entre Galápagos y la isla de Cocos, pero no tengo aún los detalles. Terminamos el diálogo con el acuerdo de abordar otros temas y agradezco nuevamente por su tiempo. Leone responde: "como es un periodista informado, busque detalles sobre las certicaciones que cumplimos como flota atunera". Acepto la recomendación y le pido otra entrevista para hablar sobre la nueva Reserva Marina de Galápagos.
Foto: Mathias Espinosa
Nota 1. Bruno Leone es la cabeza del grupo empresarial SERVIGRUP, que tiene siete barcos atuneros industriales (que utilizan redes de cerco para pescar atunes), juntos disponen del 6% del tonelaje total de la flota cerquera del Ecuador. Además de los barcos atuneros, Bruno Leone es el representante legal o administrador de 11 empresas, la mayoría vinculadas a la pesca industrial.
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