La mitad de los manglares del Ecuador se protegen por las comunidades gracias a los Acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar creados en 1999; bajo esta figura están 75.529 hectáreas de manglares de las 157.801 Ha que aúnquedan en la Costa. Hay 61 asociaciones beneficiarias de esta herramienta de conservación. A pesar de su éxito, no cuentan con el apoyo del Ministerio del Ambiente que no responde sus trámites.
Miles de familias viven de la recolección de los cangrejos que se desarrollan en los manglares. . Foto: Galo Paguay
“Mañana tenemos marea alta desde las 05:00. A las 06:00 salimos para tener mayor margen de maniobra”, sentencia el motorista. Al amanecer de un jueves de octubre, el equipo de Bitácora Ambiental empieza un recorrido por el estuario del río Guayas.
Las orillas del “Manso Guayas” se pierden y el agua salobre toma un color oscuro. A medida que la fibra avanza el ronroneo del motor fuera de borda cubierto con una camiseta amarillenta, se funde con el viento. Luego entenderemos mejor lo de “margen de maniobra” y el significado de la camiseta en el motor.
En las orillas están los mangles que se divisan como un bosque inexpugnable desde el nivel del río. Basta una corta pausa para elevar el dron y captar desde el aire la realidad. Los mangles conforman apenas una franja delgada, como un cerramiento verde, que ocultan un mar de piscinas camaroneras; los crustáceos que salen de allí son la principal fuente de divisas del Ecuador y en un 50% se exportan hacia China.
El paisaje cuadriculado corrobora lo que dicen las estadísticas del Ministerio del Ambiente: en la costa del Ecuador quedan 157.801 hectáreas cubiertas con manglar y el área de las camaroneras alcanza las 202.113 hectáreas. Pero hay que hilar un poco más fino, de estas 61.690 hectáreas están en zonas de playas y bahías, las restantes en zonas altas (para leer en detalle las estadísticas de las camaroneras pulse el enlace).
Los cangrejeros ingresan a los esteros o meandros del manglar a los cangrejales o zonas donde recolectan cangrejos. Foto: Galo Paguay
Otra vez en la embarcación, las preguntas se acumulan. ¿Del manglar que aún queda cuánto se protege? Los datos publicados por el Ministerio del Ambiente indican que por lo menos el 49% del manglar está bajo custodia de las mismas comunidades mediante los Acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar en total hay 61 asociaciones beneficiarias de esta herramienta de conservación. El 51% restante asumimos que forman parte de las áreas naturales protegidas que tienen manglares, escribimos “asumimos” porque el Ministerio del Ambiente no ha respondido los pedidos de información.
Con el golpe de la fibra (lancha) al cortar las olas, se acumulan las preguntas para las comunidades. ¿Les han servido estos Acuerdos de uso sustentable y custodia del manglar? La respuesta es un sí contundente de Luis López, presidente de la Asociación de Cangrejeros 6 de Julio quien relata que desde la fundación de la comunidad con la Reforma Agraria, en 1972, la vida ha estado ligada al manglar por extraer madera para la construcción, hacer carbón, vender la corteza del mangle a las curtiembres, recolectar conchas y cangrejos. “Hemos vivido del manglar”, afirma mientras repasa los nombres de las 5 haciendas que rodeaban su comunidad: Balao Chico, La Roma, la Gloria, San Pablo y Bola de Oro.
“Era un territorio virgen, los cangrejos eran enormes. Se cogía poco el cangrejo, para regalar a los vecinos; más nos demoramos en llegar al manglar que en salir cargados de cangrejo. Se tumbaban los árboles más grandes de mangle para hacer pilotes. El Malecón 2000 de Guayaquil se alzó sobre pilotes de mangle que se llevaron desde aquí; el malecón era lodo, aún se pueden ver algunas columnas de madera de mangle, porque el mangle nunca se daña”, relata López.
El dirigente recuerda que por 1980 empezó “la fiebre del camarón, tumbaban manglar para hacer las piscinas. En 1998 llegó el biólogo Manuel Bravo (actual director de WildAid Ecuador) luego de recorrer Esmeraldas y El Oro y Guayas organizando a las comunidades para proteger el manglar”.
Al mediodía los cangrejeros regresan con los cangrejos atados para enviarlos a los lugares de venta en el mercado Caraguay en Guayaquil. Foto: Galo Paguay.
Para 1999 ya se crea la Asociación de Cangrejeros 6 de julio, con comuneros de 6 de Julio, Nueva Unión, las Mercedes la Rubira y la Jaime Roldós. Se hizo un plan de manejo con la ayuda de la Fundación Jambelí y para el 2000 el Ministerio del Ambiente les entregó el Acuerdo de uso y custodia del Manglar para 1. 1663 hectáreas. “Con el acuerdo nos pusimos fuertes, teníamos un documento para enfrentarnos a los camaroneros que nos tenían amenazados, también pudimos abrir una vía para que todos los socios puedan entrar al manglar. Pero si talábamos el manglar, debíamos pagar 13.000 dólares por hectárea”.
A pesar de tener ya el Acuerdo, los enfrentamientos con los vecinos camaroneros seguían, les acusaban de robos de camarón y no les permitían el paso. Hasta que en el 2003 cerraron la vía de ingreso y los camaroneros debían sacar el camarón por el mar y sufrían el acoso de los piratas. “Intervino la Armada y firmamos un documento para que nos permitan pasar al manglar y se comprometieron a no tumbar más árboles”.
“Con los acuerdos de uso y custodia ya fuimos los señores cangrejeros”, Luis López, presidente de la Asociación de Cangrejeros 6 de Julio, Guayas.
La Parroquia Naranjal de Guayas limita al sur con el Cantón Balao, y al este con la provincia del Azuay; allí se ubica la Asociación 6 de Julio. Foto: Galo Paguay.
De esa manera la Asociación 6 de Julio empezó a proteger el manglar vigilando que no se corte para hacer piscinas camaroneras ni que se taponen los canales para que el mangle se seque. Además, realizaban patrullajes por toda la zona, desde Jagua hasta Churute con el apoyo del Ministerio del Ambiente, la Policía Nacional y la Armada, algo que ahora ya no disponen.
López resume en una frase la importancia de los Acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar: “Somos como un muro de contención para que las camaroneras no avancen”.
El recorrido por las comunidades prosigue. Los 200 caballos de fuerza del motor fuera de borda se perciben casi como un ronroneo. Luego de tres días recorriendo los manglares, escuchamos testimonios similares San Lorenzo, Puerto Salinas, Cerrito Los Morreños; los comuneros consultados coinciden en dos temas contrapuestos: el beneficio que representa mantener el manglar y el temor permanente por la inseguridad. El tema de la inseguridad se publicará mañana.
Queda resonando el testimonio de Víctor Proes, quien es parte de la Asociación 6 de Julio: “Gano entre 30 y 45 dólares por día recolectando cangrejos; son unos 600 dólares al mes (en promedio). Tengo cuatro hijos, dos ya se graduaron de bachilleres, trabajo ya 21 años de cangrejero, yo antes era trabajador del campo nos pagaban 6 dólares por cargar banano todo el día”.
Víctor Proes reconoce que ahora debe esforzarse más para recolectar los cangrejos. “Al inicio encontrábamos cangrejo solo al hundir el brazo en el lodo, ahora utilizamos varas de hasta de dos metros para coger los cangrejos entre las raíces del mangle”. Al despedirnos dice lo representa el manglar y el tener los acuerdos de Uso Sustentable: “mantengo mi familia y tengo mi casa gracias a este cangrejo, varoncito”.
Vista aérea del manglar concesionado a la Asociación 6 de Julio en la provincia de Guayas con las camaroneras que las rodean. Foto: Galo Paguay
Cuidamos para que siga produciendo el manglar
El recorrido por las asociaciones de cangrejeros sigue, la siguiente parada es Puerto Roma, la sede de la Asociación Puerto Roma. Hicimos la misma pregunta, ¿Cuánto les ha servido el Acuerdo de Uso y Custodia del Manglar? Máximo Carpio, dirigente de la Asociación 21 de Mayo, Puerto Roma, afirma: “Hicimos un buen logro al conseguir el acuerdo de Uso y Custodia que nos ha beneficiado muchísimo. Nos ayuda a proteger y cuidar nuestro manglar, que está sectorizado: parte suave y dura, donde no se coge el cangrejo, solo en invierno se recolectan”.
Puerto Roma tiene en concesión la isla Mondragón con1.374 hectáreas de manglar y que está delimitado con letreros. Del manglar obtienen mayoritariamente cangrejos, el 90% de sus socios se autodenominan cangrejeros y el 10% restante pescador, capturan bagre y corvinas.
Los cangrejos se venden por planchas de 4 atados cada una (foto) y cada atado se paga en la comunidad a 6 dólares y 10 en Guayaquil; el pata gorda que tiene las tenazas grandes a 15 o 18 dólares. Foto Galo Paguay.
En el centro poblado, las 350 familias viven de la captura y venta de cangrejos y la rutina diaria está marcada por la recolección. Salen a las 07:00 y regresan hasta el mediodía con los cangrejos que se llevan para vender a Guayaquil, o se los vende a los intermediarios que llegan hasta la isla.
La euforia de Carpio al hablar de los cangrejos se desvanece al relatar las necesidades de la comunidad, creada hace 140 años, y que no dispone de energía eléctrica ni agua potable a pesar de estar a una hora de navegación del mercado de la Caraguay, donde se venden los cangrejos.
Aguas abajo, en la isla Escalante, en el recinto Puerto Salinas, la historia es similar. Alegría por conservar el manglar y múltiples necesidades insatisfechas. “Con el Acuerdo de concesión del manglar nos pudimos organizar, en el 2005 éramos 20 socios, hoy somos 150, tenemos trabajo digno para todos”, recuerda Julián Marcial, representante de la Isla Escalante.
Recuerda que la asociación se creó el 6 de junio del 2005. “Vimos que otras comunidades como Buena Vista, Puerto La Cruz, Puerto Roma estaban progresando. Esas asociaciones tenían manglar y les apoyaba fuerte la USAID. En el 2012 y conocí a Manuel Bravo y con su apoyo hicimos los trámites para lograr nuestra concesión de 4.087,45 hectáreas el 16 de abril del 2013 que nos entregó la ministra del Ambiente Marcela Aguiñaga”. Marcial hace una pausa y enfatiza el número y repite la fracción del terreno; para de inmediato explicar que no fue un proceso sencillo.
Las ventajas del Acuerdo son enumeradas por Marcial: “Antes de la concesión no había control, se cogían cangrejos pequeños, trabajaban más de un compañero por manga (canal del manglar) eran problemas pequeños que nosotros les solucionábamos; pero con el Acuerdo, vimos cómo manejar la concesión y nos organizamos mejor, sacamos cangrejo respetando la talla, cuidando para que se mantenga”.
Según los registros de la comunidad, salen en promedio 150 planchas de cangrejo cada día; cada plancha tiene 4 atados y el atado se vende en la comunidad a seis dólares y a 10 en Guayaquil para el tamaño regular y el “pata gorda” que tiene las tenazas grandes a 15 o 18 dólares, según la temporada. Es decir, ingresan aproximadamente 6.000 dólares diarios a la comunidad.
Un resumen gráfico de la recolección de cangrejos. En la primera imagen Kléver Cunalata muestra la bara que utiliza para sacar los cangrejos entre las raíces de los manglares, en la segunda como hunde su brazo para alcanzar los crustáceos y en la tercera verifica que cumplan del tamaño mínimo. Fotos: Galo Paguay
“He visto que 6 de Julio tienen un tope, una plancha por cangrejero. Pero a nosotros aún nos falta, en ocasiones hay socios que recolectan hasta dos planchas cada uno, pero seguimos trabajando en eso”, reconoce Marcial.
En la temporada de veda, cuando no se puede capturar cangrejos, los comuneros de la isla Escalante de se dedican a recolectar conchas, llamadas pata de mula y pescar camarón pomada, que no pasa de los cinco centímetros de largo. “Cada gaveta de camarón pomada pagan entre 10 a 70 dólares, cuando está a buen precio y esto se vende en el puerto de Posorja”.
El verde del manglar opacado por la burocracia
A pesar de los beneficios los Acuerdos de Uso y Custodia no tienen prioridad en el Ministerio del Ambiente. Estos acuerdos no se han renovado y las comunidades no han tenido una respuesta de las autoridades.
En el Golfo de Guayaquil son 23 comunidades las que reclaman al Ministerio del Ambiente la renovación del documento. De forma extraoficial conocemos que los funcionarios exigen varios documentos como informes para las renovaciones y que las comunidades buscan apoyo externo para completar estos requisitos y aún así no obtienen una respuesta.
Parte del problema es que los Acuerdos se emiten desde Quito, ya no desde las oficinas de la Costa. Al eliminar la Subsecretaria del Desarrollo Costero envían todos los trámites a planta central donde están represados, algunos cerca de dos años sin respuesta.
“Hay compañeros de asociaciones, que están con el trámite parado por casi dos años. Mi preocupación es que tenemos seis meses sin respuesta. Ante esta falta de atención pusimos una denuncia al MAATE. Se formó una veeduría y el martes (anterior al 27 de octubre) tuvimos una reunión donde ellos a dos semanas se comprometieron a entregar 13 acuerdos (a mediados de noviembre)”, enfatiza Carpio.
Solicitamos por res ocasiones información al Ministerio del Ambiente, desde septiembre del 2023 sin obtener una respuesta sobre el número de concesiones vigentes, las caducadas y el área que protegen.
Por las publicaciones del MAATE sabemos que 23 de julio de 2021 fue la última entrega de los Acuerdos Uso Sostenible y Custodia del Ecosistema de Manglar a la Asociación de Pescadores del Puerto Safando (ASOPEFAN) y a la Cooperativa de Pescadores Artesanales Cangrejo Lindo. No conocemos las áreas concesionadas.
Manuel Bravo, director de WildAid Ecuador, de chompa gris, durante uno de los recorridos con los representantes de la Asociación 6 de Julio. Foto: WildAid Ecuador.
Manuel Bravo, director de WildAid Ecuador, señala "las comunidades se la han jugado e incluso se han firmado acuerdos de mutua convivencia. Han logrado relaciones de compañerismo, pero sienten que su principal socio, el Ministerio del Ambiente, no les responde". Pulse este enlace para conocer el testimonio de Bravo y cómo logró implementar los Acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar.
Socio Manglar: yo te ofrezco, busca quien te de
Imagen aérea de una de las áreas de manglar protegidas por la comunidad. Foto: Galo Paguay.
Además de las demoras en las renovaciones de los acuerdos de uso y custodia del manglar, las asociaciones con manglar también indican que no han recibido el dinero por ser parte del programa Socio Manglar.
Este programa fue inaugurado por la ex ministra del Ambiente Lorena Tapia en el 2014, quien anunció una meta de 100.000 hectáreas, hasta el 2017, bajo esta figura de aporte de recursos para la protección de los manglares. Sin embargo, en el 2021 Socio Manglar cubría 37.900 hectáreas y el compromiso era el entregar 425.900 dólares anuales a las Asociaciones participantes.
No conocemos cuanto se ha logrado de esa meta, lo que sí encontramos fueron los testimonios de las necesidades de las comunidades de ese dinero. Los aportes se destinaban a financiar las labores de protección como los recorridos de patrullaje, parte de los gastos legales ante las denuncias por tala, entre otros.
La última información del Ministerio del Ambiente data del 23 de julio de 2021. Ese día se firmó el convenio entre el Proyecto Socio Bosque y la Asociación de Pescadores, Cangrejeros y afines “Sabana Grande Nueva Esperanza” para sumar 2.900 hectáreas de manglar al programa Socio Manglar.
Socio Manglar entregaba o entrega incentivos económicos a las Asociaciones que tienen Acuerdo de Uso Sustentable y de Custodia del Manglar de acuerdo con tres categorías: las Asociaciones con manglar entre 100 a 500 hectáreas, recibirá un incentivo de 7 000 dólares, las que tengan entre 501 a 1 000 ha, recibirán 10 000 y las mayores a 1000 hectáreas recibirán 15.000.
Nota de la redacción
Intentamos obtener datos oficiales del número de Acuerdos Acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar vigentes, los que están por renovarse y las áreas de cada uno, así como el estado de los trámites. Solicitamos al Ministerio del Ambiente varias veces la información, desde hace cuatro meses, incluso formalmente con la firma de un abogado. Sin embargo, no hemos tenido una respuesta.
Este reportaje se realizó con la contribución de varias personas e instituciones. Para ellos nuestro agradecimiento, su aporte lo consideramos como un apoyo al periodismo ambiental independiente. La naturaleza y su gente necesitan de libertad de expresión y esta solo es posible si se investiga en el territorio.
Gracias
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