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  • Foto del escritorElena Mejía

Los caprichos inmobiliarios nos cuestan el patrimonio natural de Quito



Tenía dudas si debía o no sacar otra nota sobre el Botaniqo que se convirtió en un problema para el Concejo y el alcalde Yunda. Y la verdad también se convirtió en un problema para mí. Me escribieron varias personas con diferentes dudas y aportes, muchas gracias. Otras me llamaron para advertirme sobre los peligros que implicaba hablar sobre el sector de la construcción. Debo decir que algunas estaban más interesadas en el destino del alcalde Yunda. Y si tengo que decir algo de todos estos contactos, es que a mí no me importa el destino del Alcalde; por qué cómo van las cosas para la naturaleza capitalina, da igual quién esté al frente de la alcaldía.


Pero déjenme decirles lo que a mí realmente me importa: las áreas naturales de Quito. Y antes de que me tachen como ecologista o ambientalista saquen la cabeza por la ventana… Si usted como yo, solo ven cemento… Mejor siga leyendo. Y por eso decidí escribir una segunda parte del Botaniqo, porque el impacto de estas megaconstrucciones nos afecta a todos. El Botaniqo busca vender una idea de ciudad, un estilo de vida masivo, ecológico y una economía naranja que tenga a la gente aprisionada en circuitos sea el de Cumbayá, La Carolina o el Centro Histórico. Estos circuitos tienen por objetivo convertir a sus habitantes en consumidores de ciertas marcas evitando que salgan del circuito diciéndoles que esto es más ecológico ¿no les parece una idea maquiavélica y borreguesca? Bueno este es el modelo que se empuja en este momento en el proceso de planificación de Quito: ciudades de consumo.


El los archivos de la ciudad dice que Cumbaya era conocida como los aposentos del Inca Atahualpa y que ahí se alzaban los bosques de cedros, arrayanes y guabos que se irradiaban hasta el volcán Ilaló. Las siguientes generaciones de Quito fueron responsables de mermar poco a poco este recurso para generar carbón para la ciudad central. Ahora es un compromiso histórico de quiteños y quiteñas salvarlo. Nunca imaginamos que la petición de zonificación de la Junta Parroquial de Cumbayá promocionaría una edificación de esa magnitud.
Juan Manuel Carrión en sesión del Concejo hablando de porque aprobaron los permisos al Botaniqo

Entonces por estas y otras cosas es importante analizar el Botaniqo, una vez más. Este Proyecto Urbanístico es una muestra de lo que sucede a diario entre el sector de la construcción y la municipalidad: el uso de suelo bueno, bonito y barato que permanecen no tocados por estar en las zonas de protección ecológica o de producción. Y para entender algo de este embrollo no me quedó más que dedicarme a ver las sesiones del Concejo de Quito y en especial los de la Comisión de Uso de Suelo, por eso ahora, nada ya puede sorprenderme.


Las sesiones son largas horas de presentaciones y discusiones entre personal técnico, concejales y concejalas. A veces el Alcalde. En algunos momentos, estas reuniones toman tintes confusos en especial cuando se deben explicar cosas tan inverosímiles como por que el mismo Concejo de Quito aprobó la zonificación del predio del Botaniqo sin saber que ahí se anunciaba una megaestructura (concejal Juan Manuel Carrión).


Fotos que muestran que el proyecto se promocionó como una megaestructura


Por esto se citó al Secretario de Territorio Wladimir Tapia, quien en días anteriores, cuando todo estalló, emitió un comunicado sobre esta obra. Él afirmó que Botaniqo no tenía el permiso LMU20. El Concejo le pidió un informe al secretario Tapia detallado; lo cual, volvió a esta sesión maratónica. Por eso mi siguiente explicación también lo será. Prepárense para leer. Si no tienen tiempo o ganas no lo hagan porque será largo.


El Secretario de Territorio, Wladimir Tapia Guijarro, presentó ante el Concejo de manera pública a través del FacebookLive la justificación para los permisos que su unidad emitió a Botaniqo. En la presentación de Tapia, cada diapositiva mostró los cambios históricos de uso de suelo de este terreno con argumentos tan inverosímiles que estuvo a punto de hacerme perder mi fe en el equipo municipal.


Su primer argumento para validar Botaniqo fue que no es tan grave la zonificación aprobada por Concejo en marzo del predio del Botaniqo, porque el sector ya tuvo varios cambios de suelo desde el año 2003. Época cuando la Ruta Viva tapó la quebrada El Tejar. En vez de tener esta lógica, lo único que Tapia debía haberse preguntado es ¿Por qué taparon la quebrada que era un sitio protegido? Aquí abajo una secuencia de tiempo en fotos de la zona del predio del Botaniqo y la quebrada El Tejar. También uno de los muchos documentos que el secretario utilizó en su argumentación que señalan el Ilaló y las quebradas como áreas de conservación.



El segundo argumento de Tapia es que las edificaciones colindantes ya tienen usos de suelo residencial. Esto también lo dicen las ordenanzas que han sido parte de estos cambios. El terreno de Botaniqo en sus 400 m de entorno ya tiene otras construcciones similares, por lo que, por regla de tres, no hay problema que sea residencial. Esto tan chistoso, lo puso en una resolución en el 2019 el Arq. Rafael Carrasco Quintero anterior Secretario de Territorio, la cual pareciera “hecha a la medida” para terrenos sin zonificación como el Botaniqo.


El Arq. Carrasco llamó a esto “homologación” cuando un terreno sin clasificación localizado entre otros predios automáticamente se le puede dar la misma clasificación. No importa las características topográficas propias del predio. Entonces Wladimir Tapia actual Secretario rectificó y ratificó esta resolución en 2021 y a partir de este documento trató de justificar al Concejo como el Botaniqo podía construirse encima de la quebrada y en una zona de riesgo. Abro paréntesis para comentarles que cada concejal tiene 5 personas para asesoría y me pregunto: ¿por qué nadie se dio cuenta de esto?


Pero para realmente decidir sobre la situación del terreno de Botaniqo, lo que se deben mirar son las curvas de nivel, topografía básica. Estas curvas entre más juntas o tupidas denotan una pendiente más profunda en comparación a los predios contiguos (foto). Por lo que el argumento de Carrasco y Tapia es insostenible. Así también como insostenible es que el director de Catastros Fernando Zamorano que estaba en esa reunión del Concejo, no tuviera lista una respuesta para decirle a su colega que así no era. Aquí abajo lo que el director de Catastros debía haber dicho.



El concejal Carrión trató de decir algo de manera diplomática. Además, admitió que la votación que se dio en marzo respondió a un pedido de Sonia Chuquimarca, Presidenta del GAD Parroquial de Cumabayá, y que el Concejo no tuvo el entendimiento técnico apropiado. O sea el Concejo no sabía lo que había aprobado. Por ejemplo, no se consideraron asuntos esenciales sobre las descargas de todas las personas que vivirían en Botaniqo hacia el sistema de alcantarillado, ni el impacto de los autos y tampoco las implicaciones a la quebrada El Tejar. O sea nada.


Al siguiente día de esta sesión fue la Agencia de Control y clausuró un arco que estaba sobre el espacio del terreno municipal. Pero no pudo clausurar la oficina de ventas del proyecto que estaba sobre el predio aprobado.


La pobre gente de Cumbayá se quebraba la cabeza preguntándose porque seguían los tractores de U&S moviendo tierra después de la fotografiada clausura. Circularon videos en redes. Y la respuesta era porque el Secretario de Territorio omitió decir que esa unidad municipal ya había emitido los permisos para todo lo demás, excepto para levantar los edificios. ¿Movían tierra? ¿Aceleraban el tapado de la quebrada? nunca sabremos. Pero no era ilegal. Y volvemos al tema que en el Ecuador hay cosas que nos son ilegales, siempre que cuentes con el permiso de alguna institución pública, como sacar madera de bosques nativos, cortar aletas de tiburón y ahora tener un Botaniqo.


A mi me molesta mucho que se diga parte de la verdad. ¿A ustedes no? por eso abajo hago un recorrido del enredo para que quedemos claros y en paz.


A la final de todo el asunto de la clausura, la verdad es que la gente de Cumbaya no quiere más megaestructuras. Espero que también sea porque les importa el Ilaló. Seguro que sí, solo que se les olvidó ponerlo en sus pancartas. De todas maneras es necesario agradecer la acción colectiva de los cumbayansenses en contra del Botaniqo de Uribe & Schwarzkopf porque este clamor de la colectividad, les dio mayor fuerza a algunos concejales como Carrión y Morales para plantear en las sesiones del Concejo reclamos más profundos sobre el proceso general de planificación de la ciudad. Incluso la Superintendencia del Ordenamiento Territorial (SOT) pidió cuentas al alcalde por el obvio mal manejo del caso Botaniqo. Ojalá no boten al superintendente por hacer su trabajo.


Pero ya basta del ¡Botaniqo! Tomémonos una pausa o un “break”. Y recomiendo que lean todo este artículo porque lo que viene es lo que realmente importa para Quito. Lo menciono porque ahora hay Botaniqologos y Botaniqologas que reúnen “facts” sobre U&S y yo los apoyo, soy una de ustedes, siempre y cuando no pierdan el norte que es reclamar para que no se carguen la poca naturaleza que nos queda. Volveremos con más de Botaniqo más adelante. Lo prometo.


Hablemos de lo que importa más que el Botaniqo


Por ahora a la par del tema de Botaniqo existe un tema aún más importante: el proceso de planificación de toda la ciudad. Planificación que definirá los próximos 12 años de Quito y que según muchos urbanistas nos tendría que llevar a ser la ciudad del futuro como Amsterdam, Manchester, Bilbao o Barcelona. ¿Dónde estarán esos urbanistas ahora? Sin embargo, este proceso de planificación a pesar de costar casi dos millones de dólares, casi ajustar 3 años y estar a las puertas de ser entregado en septiembre... Se mantiene en total sigilo por parte de la Secretaría de Territorio y la Comisión de Uso de Suelo. Otro asunto crucial que la mayoría de Concejales ni se enteraron.


Captura de pantalla del Plan de Uso y Gestión del Suelo.


Es el proceso más importante de la década para Quito y la pregunta mordaces lectores y lectoras es ¿Ustedes sabían de esto? Así como pasan cada cinco minutos la propaganda del Metro está llegando en todas las radios del señor Yunda, deberían pasar al menos una cuña sobre este plan. Especialmente porque la Cámara de la Industria de la Construcción ya había sido informada; y, si no fuera por un alma noble de Facebook que advirtió a toda la Red de Urbanistas del Ecuador sobre esto, no nos hubiéramos ni enterado. Abro un segundo paréntesis para decirles que si no están en esta red, deberían, hay cosas demasiado interesantes de gente brillante.


Esta secreta planificación es el instrumento clave para saber cómo darle el mejor uso y la mejor gestión al territorio de la capital. Sin embargo, es construido solo por equipos arquitectónicos, geográficos, ingenieriles y legales. No me tomen a mal ustedes que sustentan este título, yo los amo de corazón, pero no les parece que hace falta para hablar de ciudad, otras áreas como la sociología, la antropología, la economía, la gestión cultural y patrimonial, la agrícola y las importantísimas áreas ambientales ¿O solo cuenta el poner lindo el componente constructivo y dejar de lado el urbanístico? Quito es la naturaleza y su gente. La construcción es solo una parte.


Creo que si hubiese un equipo interdisciplinario en la Secretaría de Territorio este plan consideraría mejor los suelos productivos y de protección ecológica. En la práctica y con información que circula en todos lados pero de fuentes anónimas, puedo decir que existe una marcada indiferencia para mejorar la mala situación que viven las 24 áreas naturales de la capital. El suelo de ciertas partes alrededor del Ilaló podrían pasar de rural a urbano. Áreas de canteras de material pétreo en Pintag podrían casi estar dentro del Antisana. Y zonas como el Valle de Tinallo podrían pasar a tener mayores edificaciones; lo cual, es lógico desde que se vocea la nueva vía Tababela-Gualo-Oyacoto (De este tema vendrá una nota por separado).


Captura de pantalla del sistema municipal: Nótese el área de intervención especial Lumbisí, Santuario de Vida Silvestre Tababela (si donde está el aeropuerto) y Área de Intervención Especial Ilaló. Todas en los focos de desarrollo inmobiliario.


El construir sobre suelos de protección encima de las áreas naturales, tiene un motivo detrás: este es el suelo en donde está el negocio de la construcción. Es el suelo bueno, bonito y barato o de oportunidad que buscan los constructores. Construir en otros suelos consolidados dentro de Quito como me dijo un constructor "no es negocio". Y como le dijo a Bitácora Ambiental Joseph Schwartkopf “Nosotros somos una empresa constructora” y esta frase define tanto este punto. De igual manera muchos de estos predios no están clasificados en su uso de suelo (ZC) como lo fue el caso del terreno del Botaniqo. Así que están a la deriva y presas de que les hagan "la homologación".


Por esto del negocio primero, voy a hablar en términos empresariales. Primero en palabras de economía verde que están tan de moda. Este suelo es barato porque no se contabiliza el valor de los servicios ecosistémicos que brindan y brindarán: agua, comida, aire, paisaje, etc. Esto me recuerda que el actual ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica Gustavo Manrique dijo que un tiburón vale más vivo que muerto, tal vez en su afán de convencer a los empresarios industriales atuneros y otros pesqueros que no comercialicen tiburón. Algo así también aplica en este caso ¿Cuánto valen las quebradas, los suelos fértiles, los bosques y en general los ecosistemas para la ciudad? Ni con diez Botaniqos podríamos igualar sus beneficios. Y una vez perdidos, su recuperación es aún mucho más costosa o ¿quién va a levantar la ruta viva para devolvernos las quebradas? ¿quién va demoler conjuntos habitacionales para tener el Ilaló? Si lo pensamos así, no es tan buen negocio para la ciudad.


Foto: Izq. cortesía y Der. captura de pantalla de internet. Nótese que es el mismo sector en 2006 a la izquierda con vegetación y a la derecha un terreno que ha sufrido desertificación propia de esta zona del Ilaló. El anuncio dice terreno ubicado en las faldas del Ilaló.


Pero este valor ambiental no cuenta en las cuentas inmobiliarias. En cambio el sector de la construcción nos quiere hacer creer que solo los empleos generados por estas empresas son aportes a la economía de la ciudad. Con este discurso, más el tema de la reactivación económica, algunos concejales trataron de que se aprobara la ordenanza 126 para evitar el pago de la concesión onerosa de derechos. Todo con la venia del Doctor Yunda. Una de las pocas sesiones en donde vi al señor Alcalde participando y muy entusiasta. Pero como Quito tiene a la Virgen del Panecillo y es la carita de Dios... por informes desactualizados se aplazó esta decisión. Y luego la gente se levantó contra del Botaniqo y vino el proceso en contra del alcalde Yunda.


De acuerdo con lo solicitado en 15 días apenas tengamos los informes convocaré a una sesión para tratar este tema de la reactivación económica tan necesaria para la ciudad... Para permitir "un respiro" a este sector que fue tan golpeado en la pandemia. Jorge Yunda en la última sesión de Concejo antes que fuera destituido

Edificaciones como el Botaniqo por ser proyectos urbanísticos podrán escoger pagar la concesión onerosa de derechos en 1) efectivo, 2) en obras circundantes como el terminal intermodal de Cumbaya, o 3) en vivienda social. El cálculo de estos cobros se realizan con una fórmula que dependerá de cómo se plantee el nuevo plan de la ciudad y que según el Secretario de Territorio Wladimir Tapia es difícil de estimar. Me senté con algunos colegas a revisar la información disponible y no entendemos porque es difícil de estimar. En fin, al momento la Secretaría de Territorio también trabaja en una ordenanza de vivienda social que debería estar lista en las próximas semanas. Esta ordenanza será vital dentro de este tema económico para la ciudad.


Y hablando de economía dura, nada de pajaritos y ardillas, los costos también se mantienen bajos para los constructores, porque la municipalidad es decir la ciudadanía, solventa con plata pública los gastos asociados a los servicios que necesitan los proyectos urbanísticos. Por ejemplo, reflexionemos ¿quién pagó todas las inversiones de agua y luz que acarreó el Aquarela de U&S? Si, el dinero de todos y todas. Mi opinión es que se busca como sea, un ahorro a toda costa para el sector de la construcción sin pensar en que la municipalidad depende de estos ingresos para realizar las obras mayores de la ciudad como vías, el Metro que aún no pagamos, etc. Aquí un asesor pilas de Luz Elena Coloma pregunta sobre esto al Secretario deTerritorio.


Y como esto de las platas para la ciudad es realmente importante, me permito dar otro ejemplo de estos ahorros: el Aquarela de U&S. Según fuentes no oficiales se levantó sobre una proyección de la Troncal Metropolitana, por esta razón esta persona anónima dice que el proyecto inicial tuvo que ser cambiado por la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EMMOP). Este cambio, le costaría a la municipalidad más dinero del presupuesto inicial por “desviar el camino”. Así que me imagino que no lo harán, porque igual no habrá fondos luego de gastar todo el dinero en el Metro. Aquí pueden ver la explicación que dio la persona de la EMMOP sobre este cambio.


En todo caso queda claro que el constructor siempre gana porque no incurre en todos los costos, siempre es la ciudad quien asume los gastos de esos pequeños caprichos inmobiliarios. Sin embargo, Joseph Schwartzkopf sostiene que jamás Aquarela se plantó sobre una línea vial trazada, que la Troncal Metropolitana tiene un trazado desde hace 40 años. También nos dio un plano muy bonito. Bueno estimadas y estimados lectores el reto queda ahí para ustedes.


Foto: Mapa del posible trazado original de la vía metropolitana en rojo y en azul el terreno del Aquarela. A la derecha el plano proporcionado por U&S.


Ahora sí, volvamos al Botaniqo


En fin, como lo prometí antes, volvemos al Botaniqo. En este punto, creo que llegó el momento de revisar quienes están por detrás de las inversiones que permiten estas mega construcciones. En resumen, como diría un expolítico muy conocido ¿Dónde está la plata?


Vamos por el principio y despacio. Si ya llegaron aquí, que mas les da cinco minutos de lectura adicionales. La empresa TOMORAGUADUA S.A. que aparece como propietaria del predio del Botaniqo tiene como representante al grupo FORNAX que es una empresa constituida en Panamá y con sede en Ecuador. En los documentos públicos de la Superintendencia de Compañías el email de contacto de esta empresa es xxx@kfc.com.ec. ¿Qué tiene que ver KFC con el Botaniqo? volveremos a eso más adelante.


Captura de pantalla tomada de la Superintendencia de Compañías


FORNAX está representada por Carlos Cristóbal Montúfar Gangotena. El señor Montúfar es la persona que realizó los trámites con la municipalidad y dentro de la Comisión de Uso de Suelos del Concejo de Quito para que el predio donde está Botaniqo disponga de los permisos.


Esta empresa TOMORAGUADUA S.A (Botaniqo) tiene por accionistas a la empresa JUCARCORP GROUP S.A. y a Juan Carlos Serrano Valdivieso, sí el famoso empresario de Grupo KFC (Cuyos nombres legales son Interfood Services e IntFoodServices). Este grupo tiene entre otras la marca American Deli, Juan Valdez, el pollo frito KFC, Menestras del Negro, inmobiliarias, empresas de energía que dan servicios a la municipalidad de Quito y realmente tantas conexiones en Ecuador, Perú, Colombia y Panamá que me llevó mucho tiempo establecer y no vienen al caso ahora. Pero al parecer muchos de los caminos inmobiliarios conducen a KFC y sus restaurantes.

Foto de accionarios tomada de la SuperIntendencia de Compañías


Ahora sí ¿queda claro porque los emails del proyecto Botaniqo nos dirigen a @kfc.com.ec? Entonces querida comunidad lectora, si entre ustedes hay personas que comen KFC y están en contra del Botaniqo… no quisiera estar en sus zapatos porque debe ser muy confuso. Muy probablemente muchas de las personas que marcharon en contra de esta construcción en Cumbayá y que van a marchar en estos días, cumplen todos estos criterios, pero nadie les juzga, simplemente no lo sabían porque todo está diseñado para que nadie se entere. ¿Buenísimo no?


Luego de varias horas de unir cabos, me arriesgo a decir que la clave en este enredo empresarial e inmobiliario es JUCARCORP S.A. también del Grupo KFC y la cual es socia de otras inmobiliarias como PROADSER S.A. donde también Carlos Montúfar es la persona de contacto; y otras constructoras más, que tienen como denominador común su gran interés en el desarrollo de la zona de influencia del Ilaló.


Foto del collage de restaurantes tomada de una captura de pantalla de una página de Facebook.


En general Grupo KFC participa mucho en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de Cumbayá incluso con los chicos de Pata de Gallo con quienes su asociado Max Paliz se reunió a nombre de KFC para aportar en la construcción del Circuito Cumbayá. Es verdad que también se reunieron con ellos: Roque Sevilla de Grupo Futuro, Grupo Casabaca, Cervecería Nacional y la iniciativa AEI de la familia Wright de Favorita Supermaxi. Todos con terrenos en los valles, por ejemplo, La Favorita levantó el Kiwy de Tumbaco. El señor Roque Sevilla alienta un programa para amar Puembo.


Yo la verdad no lo he visto porque no vivo en Cumbayá; sin embargo, siempre me pregunto quienes financian estas ideas tan lindas como el Circuito Cumbayá. Que también es apoyada por la señora Sonia Chuquiragua presidenta del GAD de Cumbaya quien pidió la zonificación del predio del Botaniqo. También me pregunto ¿cómo hay que hacer? para que financien cosas así en otros barrios de Quito menos glamorosos. Aún no tengo esa respuesta. En todo caso sí sé que no quiero comer más pollo broaster.


En conclusión, siempre hay más


Si ustedes como yo perdieron el apetito deben saber que hay más. Juan Carlos Serrano de Grupo KFC y Carlos Montúfar Gangotena forman parte de otra empresa de Bienes Raíces de U&S denominada Capital Brik S.A. Esta empresa Brik dice que su objetivo es invertir en suelos con buena plusvalía para que la gente común y silvestre como usted y yo podamos invertir en acciones AAA. Brik dice ser dueño de inmuebles que ya están arrendados a empresas de primer nivel y de ahí salen los dividendos que pagan a sus inversionistas y también nuevas construcciones.


Captura de pantalla de la página web de BRIK


A mí de todo este boom constructivo, lo que me preocupa además del obvio daño en contra de la naturaleza, es que se alcen edificios que luego se queden vacíos por una sobreoferta y terminen convirtiéndose en un problema para la ciudad. Es decir se dañaría suelo de protección para nada. Serían como elefantes blancos pero privados. Las unidades vacías no reportan ingresos a la municipalidad. Y la gente que podría estar viviendo ahí es empujada a la periferia. ¿Nos suena lógico? No.


Lo lógico para evitar que esto suceda ante este frenesí inmobiliario, es que la municipalidad quiteña aplique un impuesto a departamentos vacíos como lo hacen ya otras ciudades, controle el mercado inmobiliario y entregue incentivos equitativos para todos los barrios. Incluso los que llaman obsoletos. Esto puede ir de la mano del sector de la construcción siempre que la planificación lo contemple y nadie trate de jugarle sucio a la ciudad.


Sin embargo, no soy ingenua. Creo que ante tanto poder, para que algo de esto mejore, solo resta unirnos como ciudad. No porque yo lo diga, puedo ser solo una loca que escribe, pero porque es lo correcto. Creo que hace tiempo nadie hace lo correcto por Quito.


Aunque cabe mencionar que, entre tantas palabras políticas que escuché en las sesiones municipales, me llamó la atención un oficio enviado al concejal Morales en marzo de 2021. Él aunque tarde, pero mejor que nunca, mandó un oficio al Secretario de Territorio Wladimir Tapia pidiéndole explicaciones técnica coherentes sobre la planificación de la ciudad. ¡Muy bien concejal! (No lo conozco pero espero le respondan). Esto junto a lo que dice Carrión y lo poco que dice la siempre sorprendida y diplomática concejal Coloma son parte de hacer lo correcto por Quito.


Por todas estas cosas que he escrito, insisto que es irrelevante si queda Guarderas o Yunda. Da lo mismo. Lo que es importante es que la ciudadanía sepa la verdad para que tomen sus decisiones. ¡Tranquilidad! Ni se les ocurra pensar que les voy a decir que dejen de comer KFC y su deliciosa ensalada o quiten sus inversiones de BRIK o peor que no se compren un departamento de U&S. ¡No! Están en su derecho y yo respeto eso. No los juzgo desde ningún pedestal ambientalista.


Pero, lo que sí espero que hagan es hacerles saber a estas empresas que no comparten su visión a futuro para la ciudad; la cual, por lo aquí expuesto está centrada en construir más y sobre los últimos suelos de conservación y producción que tiene Quito. Que sepan que existen mil otras formas de mirar y planificar la ciudad, más allá de un centro de consumo naranja disfrazado de verde. Que la gente de Quito es mucho más que un engranaje en una maquinaria muy bien pensada. Dicha maquinaria busca mantenernos en sus circuitos inmobiliarios y en sus restaurantes, para al final, capitalizar más cemento.


Es momento de ser valientes. Y si eso a la final significa que no comeremos pollo broaster con la receta del coronel, bueno no pasa nada. Yo les invito a conocer una red inmensa de personas alrededor de los suelos productivos y de conservación de Quito que pelean por alimentarnos bien y mantener la naturaleza. Alguno o alguna tendrá pollo frito, menestras y café. ¡Por comida no va ser! Me escriben para pasarles el dato.


Rectificación: El señor Carlos Gabriel Montufar Gangotena no es socio fundador de la Universidad San Francisco por lo cual se retira a la Universidad San Francisco de esta nota. Los datos del SRI sobre los grupos económicos en los que se basaba la información que relacionan al señor Montufar y su familia a la USFQ, según el vocero de la Universidad San Francisco fueron actualizados y rectificados y se pueden ver en los nuevos datos del SRI 2021. También según el vocero, estos datos eran parte de una estrategia del Gobierno del Presidente Rafael Correa para vincular a las personas que ostentaban un puesto directivo/empresarial y a sus familias. En este sentido, cabe mencionar que, el señor Carlos Miguel Montúfar Barba fundador dejó de ser rector de la USFQ en Diciembre de 2020.

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