Ambiente y Turismo dieron el primer paso al instalar boyas para evitar lanzar anclas sobre los corales en el Parque Nacional Machalilla. Las fallas en el control a las actividades turísticas informales en el área protegida se revelan luego de la visita de los ministros.

En el Malecón de Puerto López el 4 de febrero del 2022. Funcionarios de la ONG CONMAR, Niels Olsen (ministro de Turismo), Gustavo Manrique (ministro del Ambiente), Javier Pincay (alcalde de Puerto López), Luis Suárez (Director de CI Ecuador) y Glenda Ortega (Subsecretaria de Patrimonio Natural).
El 4 de febrero fue un día festivo para la gestión del turismo en el Parque Nacional Machalilla. Ese día se inauguraron oficialmente las boyas de amarre en el islote de Salango y una semana antes ya se habían instalado en La Isla de La Plata, la joya del Parque Nacional Machalilla (PNM) en Manabí.

Sin duda, colocar boyas de amarre para los yates de turismo es un avance para proteger los corales. Las boyas evitan que las anclas al asentarse en el fondo marino rompan los arrecifes, como en la foto de la derecha de la Asociación de buzos de Salango. Esta actividad es parte de del plan piloto para declarar las áreas protegidas del Ecuador libres de anclas.
Este proyecto es una muestra de trabajo conjunto entre los ministerios de Ambiente y Turismo con ONGs ambientales: la Fundación Conservación Marina de Ecuador (CONMAR) que diseñó las boyas y el sistema de amarre, y Conservación Internacional (CI Ecuador) cubrirá el mantenimiento hasta el 2025.
"Hace mucho tiempo llegamos y vimos que el turismo estaba provocando un turismo negativo y con las boyas lo vamos a remediar. Vamos a utilizar el turismo como vehículo de conservación y desarrollo", Niels Olsen, ministro de Turismo.
En este video del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica se aprecian las declaraciones de los dos ministros en las cuales resaltan la importancia de la boyas y anuncian que tienen el objetivo de potenciar el turismo y generar empleo.
Las inconsistencias del control
Hasta este punto las buenas noticias para Machalilla. Una foto de los ministros, Gustavo Manrique (Ambiente) y Niels Olsen (Turismo), en una de las lanchas informales circuló en redes sociales y puso en escena una de las falencias de la gestión turística del Parque Nacional Machalilla (PNM). Las operaciones turísticas solamente están reguladas para la isla de La Plata. En otros sitios de visita del PNM y la Reserva Cantagallo Machalilla, se opera sin control del Ministerio del Ambiente.

Los ministros de Turismo y Ambiente con sus comitivas visitaron la isla de Salango, ubicada en el área marina del Parque Nacional Machalilla, para colocar las boyas. Sin embargo, la embarcación que viajaron es informal porque no cuenta con la patente o permiso del Ministerio del Ambiente para operar en el área protegida.
Bolívar Coloma, asesor del Ministro del Ambiente, dijo que el yate cuenta con todos lo permisos del Ministerio de Turismo y el Municipio, empero reconoció que el bote que viajaban no tiene el permiso del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) y por tanto se le considera informal. Su respuesta fue “parte del trabajo de campo es detectar estas fallas, para mejorarlas”.
En junio del 2021, Bitácora Ambiental publicó un reportaje con las falencias en la gestión del Parque Nacional Machalilla, entre ellas la falta de personal y la competencia desleal entre los operadores formales e informales dentro del área protegida. La novedad para este 2022 que empieza es la incorporación de cinco botes pequeños, de cuatro metros de eslora (largo), con capacidad para 8 personas, que ofrecen tours a la isla de Salango y otras zonas protegidas como el islote Sucre frente al pueblo de Machalilla. La pregunta que surge es ¿qué tan seguras son estas embarcaciones pequeñas en mar abierto?
Estos botes al igual que los yates sin patente cumplen, en el mejor de los casos, los requisitos de la Armada, el Ministerio de Turismo y el Municipio de Puerto López, donde se oferta la mayoría de tours al área protegida. Sin embargo, los controles de la Armada y los guardaparques se limitan a los 14 embarcaciones con patente de operación en el Parque Nacional Machalilla y que visitan la isla de La Plata.
Los yates con patente tienen un número máximo de pasajeros, los viajes están limitados y controlados por los guardaparques. Mientras que las embarcaciones informales ofrecen tours y realizan viajes dentro del área protegida sin las autorizaciones ni controles del Ministerio del Ambiente.
Al exponerle esta situación, Coloma señaló que pidió actualizar la base de datos de los operadores autorizados en Machalilla y que se realizará un censo de los botes para iniciar un proceso de regularización de la gestión del turismo. Es decir, se contabilizarán cinco botes de cuatro metros nuevos y 20 yates de 12 metros, que fue lo contabilizado en la última visita de Bitácora Ambiental a Puerto López.

Uno de los cinco botes de turismo nuevos (de cuatro metros de largo) que operan en área marina del Parque Nacional Machalilla.
Lo que el Sr. Asesor no explicó fue qué criterios y parámetros se utilizarán para la “regularización” como la capacidad de carga o los límites de cambio aceptable de los sitios de visita, es decir si se considerará el número máximo de turistas que pueden visitan cada uno de los atractivos, o el mecanismo que se empleará para minimizar el impacto de la presencia humana. Tampoco dijo qué requisitos deberán cumplir en el proceso de "formalización" los propietarios de las embarcaciones.
El Asesor Ministerial anunció que se realizará un taller entre representantes de la Armada y del Ministerio de Turismo para definir los lineamientos de la regularización del sector turístico en Machalilla.
“Estamos abiertos a todas las denuncias ciudadanas que permitan mejorar la gestión de Machalilla y las demás áreas protegidas”, Bolívar Coloma, asesor del Ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
Mientras esto sucede, algunos de los retos que enfrenta la gestión del turismo en el Parque Nacional Machalilla son:
Control y vigilancia de actividades turísticas costeras, en este punto interviene el Ministerio del Ambiente, al entregar la patente o permiso a las embarcaciones que cumplen los requerimientos para operar en un área protegida. El PNM cuenta solo con dos lanchas, de las cuales una estaba operativa y que se destinaba al control en la Isla de La Plata.
Capacitación a todos los actores: guías de turismo, guardaparques, tripulaciones de los botes y autoridades locales sobre las regulaciones del turismo en áreas naturales protegidas. Una de las falencias es la falta de coordinación entre la Armada del Ecuador, el GAD de Puerto López, Ministerio de Turismo, Ministerio del Ambiente.
Definir el mecanismo para controlar el impacto de las visitas. Determinar la capacidad de carga o el número máximo de turistas que se pueden recibir en los sitios de visita del área protegida como la isla de Salango y los islotes Sucre y Ahorcados. Mientras esto sucede, se crean nuevas actividades “turísticas” en el área protegida marina como paddle board (remar en una tabla de surf grande) en La Playita (un lugar considerado vital para la anidación de tortugas carey en América del Sur) o tours de pesca en las reservas marinas de Machalilla y Cantagallo.
El 7 de febrero del 2022, la Asociación de Buzos de Salango denunció "la sobrecarga de embarcaciones y personas" en Salango. Publicaron una fotografía en la isla de Salango con 10 botes de turismo con diferentes tamaños amarrados a varias boyas.

12 botes de turismo amarrados en las nuevas boyas en la isla de Salango, en el Parque Nacional Machalilla. Foto: Asociación de Buzos de Salango
Articular con el GAD de Puerto López. Uno de los problemas en la playa de Puerto López es la contaminación acústica y visual en la playa. Son constantes las denuncias del establecimiento de quioscos sin servicios básicos sobre la playa, incluso en áreas donde se han ubicado nidos de tortugas marinas. Sobre este tema, Coloma advirtió que está en preparación una comunicación para todos los Municipios que colindan con Áreas Naturales Protegidas y Reservas Marinas en la cual les recordarán sus competencias y las del Ministerio del Ambiente. El objetivo de la misiva es empezar una coordinación formal para conservar parques y reservas.
Las ONG conforman un frente de apoyo
Luis Suárez, director de Conservación Internacional Ecuador, en declaraciones para Bitácora Ambiental, informó que están conformando una coalición de ONG ambientales para apoyar el manejo de las Áreas Marinas Protegidas del Ecuador. Este grupo empezará en el Parque Nacional Machalilla y la Reserva Marina Cantagallo Machalilla.
Hasta el momento están cuatro ONG comprometidas, las cuales aportarán con financiamiento, asistencia técnica y capacitación. “A pesar que Machalilla recibe dinero del Fondo de Inversión Ambiental Sostenible (FIAS) y del Fondo Ecuador Azul, aproximadamente 280.000 dólares anuales, las necesidades superan los recursos disponibles”, destaca Suárez.
420 km2 terrestres y 1.400 km2 de mar son responsabilidad del Parque Nacional

Mapa del Parque Nacional Machalilla y la Reserva Marina Cantagallo Machalilla. Fuente: Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
Bajo la custodia del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), a través del Parque Nacional Machalilla, están la protección de 42 mil hectáreas terrestres y 14 mil hectáreas marinas del PNM más las 143.000 de la Reserva Cantagallo Machalilla.
Para tener una idea clara, el PNM cubre 420 kilómetros cuadrados. Es decir un cuadrado que tiene un vértice en la Parada del Trole en Quito y el otro en el Monumento a la Mitad del Mundo. A ese cuadrado, añada colinas, ríos, bahías y playas… Lo que implica un área difícil de recorrer y controlar con solo 23 guardaparques y dos técnicos; desde junio del 2021, estaba pendiente la contratación de 9 funcionarios que fueron desvinculados del Ministerio del Ambiente, pero que hasta la fecha no se contratan.
Para el patrullaje marino disponen de dos lanchas de 7,5 metros de largo. En la actualidad, se necesita contratar en el PNM a cinco guardaparques que tengan la licencia de capitanes para que se puedan intensificar los controles marinos que en la actualidad se realizan dos o tres veces por semana.

Piquero patas azules aterrizando en la Isla de La Plata. Foto: Franklin Vega
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